Los vehículos eléctricos ayudarán en desastres naturales, según Nissan
La batería de un vehículo eléctrico puede alimentar el funcionamiento de una casa pequeña por varios díasLos vehículos eléctricos pueden ser de gran utilidad durante desastres naturales
Una de las limitantes naturales de los vehículos eléctricos es la disponibilidad de estaciones donde cargar dichos autos, un fenómeno que ha ido cambiando poco a poco, pues los corredores de estaciones de carga son mucho más comunes e, incluso, es posible contar con una estación casera.
Pero de acuerdo a Nissan, un nuevo uso para los vehículos eléctricos ha surgido en los últimos años, especialmente en zonas de desastre, gracias a una característica de estos autos, de los que Nissan señala especialmente al Leaf.
Dicha característica es la capacidad de proporcionar energía eléctrica para una gran variedad de usos. En áreas de desastres naturales, esto es muy útil, como lo explica Ryusuke Hayashi, gerente de operaciones de vehículos eléctricos de Nissan: “En 2011, Japón se vio afectado por un terremoto y tsunami, en donde 4.8 millones de hogares se quedaron sin electricidad y Nissan proporcionó 66 Leaf al área afectada por el desastre para proveer electricidad”.
¿Qué tanta ayuda puede proveer la batería de uno de estos autos? Un sólo Nissan Leaf e+ es capaz de proporcionar suficiente electricidad para alimentar un hogar (...) promedio, durante cuatro días. O bien, podría cargar 6,200 smartphones, incluso soportar más de 100 viajes de ida y vuelta en ascensor en un edificio de apartamentos de 43 pisos.
Hayashi agrega que “los profesionales médicos de un centro de evacuación fueron los primeros en abordarnos acerca de la posibilidad de usarlos (los Leaf) como baterías de respaldo. Esa experiencia hizo que Nissan acelerara el desarrollo de tecnología que permite a los vehículos eléctricos compartir la energía almacenada en sus baterías con hogares, edificios y comunidades”.
El Nissan Leaf e+ es uno de los vehículos capaces de auxiliar en desastres naturales
Experiencias como las anteriores llevaron al fabricante japonés a concertar alianzas con diversas asociaciones, que ahora usan vehículos Nissan Leaf para sus tareas diarias, lo que desde luego constituye un muy buen negocio.
Claro, estas oportunidades pueden replicarse en otras partes del mundo donde se sufre de manera periódica el embate de los fenómenos naturales, como el Caribe, por poner un ejemplo cercano.
Ya sólo será cuestión de que en América se ponga el mismo esfuerzo en crear la infraestructura adecuada para los vehículos eléctricos, que bajen de precio y que los compradores disfruten de incentivos económicos y fiscales al estilo europeo.